En México cada festival tiene su esencia y propósito, pero ninguno es tan interesante como el del Sonoramex. Este evento, spin-off del Sonorama Ribera de España, tiene el fin de unir dos culturas: la mexicana y la española.

Es difícil que un evento nuevo logre posicionarse en un mercado como el mexicano donde la oferta de conciertos es interminable. Sin embargo, con un cartel lleno de buenos proyectos y un concepto único, el Sonoramex en su primera edición, logró generar un impacto y quedarse en el corazón de sus asistentes.

Este espectáculo tuvo lugar el sábado 11 de mayo en el Parque Bicentenario y aquí te platico cómo fue esta experiencia.

Lo mejor del Sonoramex: las bandas

La Gusana Ciega - Sonoramex
Imagen recuperada vía Indie Rocks.

Si bien el concepto del Sonoramex era interesante, la realidad es que lo más atractivo era su line up. Con un cartel conformado por bandas españolas y mexicanas, todas de gran nivel, este festival logró desarrollar un día de buena música donde veías tanto a viejos conocidos como a nuevas propuestas.

Proyectos nuevos y no tan nuevos

Disco Bahía - Sonoramex
Fotografía de Disco Bahía por Hareth Peraza.

Lo que más disfruto de los festivales es poder ampliar mi gusto musical, pues siempre te encuentras una o dos bandas que se quedan contigo. El Sonoramex no fue la excepción a la regla presentando proyectos emergentes.

Si hablamos del lado español hay que mencionar lo hecho por Gara Durán y Barry B, quienes son un claro ejemplo de cómo ha evolucionado el género urbano en aquellas tierras. El sonido de estos dos actos mezcla la música tradicional española con bases clásicas de trap o reggaetón. Esta combinación es perfecta para mover el esqueleto, pero al mismo tiempo vivir una experiencia ecléctica. El lado mexicano no se queda atrás con bandas como Disco Bahía y su neodisco con el que simplemente se vibra alto.

Fotografía de Los Invaders por Hareth Peraza.

Es cierto que las nuevas propuestas destacaron, pero también hubo viejos conocidos de la industria española que regresaron a México en este festival. De este grupo hay que destacar a Café Quijano, quienes con su clásico sonido que combina ritmos latinos con rock, entregaron una cátedra de lo que es un buen concierto. También hay que hablar del rock psicodélico de Rufus T. Firefly, así como de la energía de Los Invaders; ambos fueron shows excelentes y difíciles de ver en nuestro país.

Actos estelares de lujo

Imagen recuperada vía @PorterOficial.

Lo que vendió este evento fueron sus headliners, sobre todo del lado mexicano. El Sonoramex 2024 presentó a dos bandas legendarias del rock nacional. La primera en anunciarse y presentarse fue Porter, quienes han sabido experimentar muy bien con su sonido teniendo una discografía impecable. Este grupo tapatío dio un espectáculo fascinante donde no solo hubo un gran sonido de su parte, sino también una entrega del público simplemente mágica.

Más tarde en la noche estuvo La Gusana Ciega. Este es uno de los proyectos más infravalorados de la música mexicana y esto queda demostrado en vivo. A través de su discografía, este trío ha sabido pasar del rock al pop, pasando por la balada y el indie. Esto les permite tener un repertorio de canciones único que se convierte en un viaje musical extraordinario lleno de sonidos y sentimientos diferentes.

Imagen recuperada vía DVS Medios.

Si bien los mexicanos demostraron de qué está hecho este lado del charco, lo cierto es que los españoles no se quedaron para nada atrás. Primero tuvimos a una banda que combina los estilos de Depeche Mode y El Columpio Asesino como Dorian, quienes musicalmente fácilmente pueden ser lo mejor de todo el día. Luego se presentó Arde Bogotá, un grupo de baladas rock donde hubo mosh pit y energía por todos lados.

Hablando de música, el Sonoramex 2024 cumplió e incluso superó las expectativas. Estamos ante un festival que juntó a bandas que fácilmente pudieron ser la ruta tempranera de un melómano en cualquier Vive Latino. Verdaderamente un cartel de lujo.

Un festival con un ambiente diferente

Fotografía de Gara Durán por Hareth Peraza.

Desde el momento en que entras al Sonoramex, te das cuenta de que no estás en un festival convencional para México. Aquí te encontrarás con un público mixto donde mexicanos y españoles convergen por una sola razón: la música.

Es muy interesante ver lo diferentes que son estos dos públicos. Por un lado, los mexicanos somos muy eufóricos y enfocados en pasarla bien. Gracias a nosotros surgen los momentos más cómicos de la noche con gritos y comentarios ocurrentes. En el otro extremo tenemos al melómano español, quien también baila y también canta, pero es mucho más respetuoso con el artista y el público a su alrededor. En resumen, es más tranquilo.

La combinación de estos dos públicos diferentes fue muy curiosa, aunque no se vio todo el tiempo. Hubo bandas como Dorian y Café Quijano, donde mexicanos y españoles fuimos uno, pero también hubo actos como Arde Bogotá donde solamente se presentaba una de las dos demografías. Lo cierto es que los españoles eran mucho más abiertos a conocer música diferente que los mexicanos. De hecho, gran parte de la audiencia nacional llegó al recinto poco antes de que comenzarán las bandas estelares.

A pesar de lo anterior, aquellos que estuvimos desde el inicio en el festival, disfrutamos de una mezcla de culturas inigualable y que sin duda espero repetir pronto. A esto hay que sumarle la oferta de bebida con vinos y cerveza española. Tal vez me hizo falta una paella o unas croquetas, pero en general se sintió el esfuerzo de la organización por presentar una buena experiencia que trajera algo de España a México.

Un sonido que queda a deber

Fotografía por Hareth Peraza.

Nos la pasamos muy bien en el Sonoramex, pero esto no quiere decir que todo sea color de rosa. A pesar de que las bandas fueron lo más destacado del evento, por momentos sus presentaciones se vieron afectadas por la acústica y ecualización de los escenarios.

El festival contó con dos escenarios gemelos, pero desafortunadamente en ambos hubo problemas técnicos. En el Escenario 1 hubo problemas con la bocina izquierda, la cual por momento dejaba de escucharse, y en el 2 el sonido llegaba a sonar muy saturado en ocasiones. Incluso bandas como Kitai y Porter fueron a hablar con los técnicos para solucionar estos problemas.

Sonoramex 2024: un concepto con mucho futuro

Fotografía por Hareth Peraza.

Tal vez no haya sido un festival perfecto, pero el Sonoramex 2024 tuvo una excelente primera edición que promete de cara al futuro. Si continúan con este concepto de unir culturas y presentan bandas de un nivel superior o incluso del mismo, puede convertirse fácilmente en un evento de culto en la capital mexicana.

Hay muchos artistas que podrían formar parte de un futuro cartel como Little Jesus, Zoé, Viva Suecia o incluso C. Tangana, por lo cual es emocionante pensar en qué nos presentará el Sonoramex el próximo año.