Hace casi tres años recibí de vuelta mi primera nota escurriendo letras rojas por doquier. En distintas ocasiones se escaparon risas y, en otras, preguntas sobre si eso no me hizo pensar en que el periodismo escrito no era lo mío. Pero, en vez de eso, ese texto fue la punta de lanza que me orilló a disfrutar hoy más que nunca de mi gran amor: el basquetbol. Por 3 meses, el dolor de ver el baloncesto siendo acribillado por la pandemia del coronavirus ha sido inconmensurable, mas la NBA no se permitió ser vencida por ella y ahora se alista para ser uno de los primeros deportes mayores de Estados Unidos en tomar las riendas de una nueva normalidad.

El pasado 11 de marzo, la Asociación sacudió el planeta del atletismo profesional al darse a conocer el caso positivo de Rudy Gobert y suspender la liga de manera efectiva. Sin embargo, las afectaciones de este virus no iniciaron ahí, sino desde una semana antes con la modificación de arranque para gozar y sonreír con el nuevo proyecto de la Basketball Africa League.

 

 

En aproximadamente un lustro, nunca imaginé que estaríamos viviendo esta catástrofe, pero toma asiento, porque iremos momento tras momento para observar y comprender el andar de la NBA para llegar hasta el día de hoy, un amanecer soleado en el cual los presidentes de cada franquicia decidieron que es tiempo de volver.

La vida NBA antes de Rudy Gobert

Los Lakers comenzaban a dar pistas de título. Los Milwaukee Bucks y Toronto Raptors volvían a ser los grandes favoritos del Este con el dominio de Giannis Antetokounpmo y el desarrollo solemne de Pascal Siakam. Luka Doncic maravillaba como un ilusionista y Ja Morant tenía más que preparada su casa para llevarle el premio a Mejor Novato del Año. Mientras nos regocijábamos con eso, en Dakar, la NBA se reacomodaba para no desistir ante la opresión del COVID-19.

La Basketball Africa League fue anunciada sin precedente alguno y como una competencia de desarrollo disruptiva y evolutiva para el deporte en el continente. 12 equipos de Argelia, Angola, Camerún, Egipto, Madagascar, Mali, Marruecos, Mozambique, Nigeria, Ruanda, Senegal y Túnez estaban preparados para arrancar el torneo el último 13 de marzo, pero, una semana antes, el presidente Amadou Fallo, unido a su consejo, decidió posponer inmediatamente esta nueva fantasía.

 

 

“Hay muchas expectativas por esta histórica competición, pero tenemos que ajustarnos a las circunstancias. Posponemos el torneo porque esto es una situación global que pone en segundo plano los eventos que la rodea”, comentó el directivo a Marc J. Spears en entrevista para The Undefeated. “La salud de todos nuestros integrantes es primero y ya escogeremos otra fecha. No quiero especular en un día exacto, pero nuestra intención es arrancar en cuanto las circunstancias lo permitan”.

La NBA venía de perder millones de dólares por conflictos políticos en China, las desafortunadas despedidas de Kobe Bryant y David Stern, y ahora sufría con el paro de su nuevo proyecto. Mientras tanto, en Estados Unidos, los Golden State Warriors fueron la organización que dejaría un antecedente como los primeros en no permitir la entrada de aficionados al Chase Center para el duelo en contra de los Brooklyn Nets de Kyrie Irving. Muchos lo asimilaron como una medida un poco adelantada, pero esta ya era una conversación general entre equipos tras la recomendación del Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas: “Recomendaríamos que no se presenten multitudes. Si eso significa ni una sola persona en la audiencia, que así sea”.

El calor de la situación parecía imposible de ser más agobiante. No obstante, Rudy Gobert tendría la última palabra en una noche desde Oklahoma.

Un terremoto que conmocionó al mundo

Lo recuerdo bastante bien. El reloj marcaba una hora pasada las 8 de la noche, yo estaba en una de mis últimas clases presenciales de la universidad. En un paseo por la compatudora, mi celular empieza a vibrar con notificaciones sin cesar de Twitter y decido ver qué esta pasando. Todo fue demasiado rápido.

Los primeros comentarios señalaban un retraso al arranque del partido entre el Utah Jazz y la quinteta del Oklahoma City Thunder. Extremadamente extraño para los estatutos de la NBA.

Segundos después, la noticia: un jugador asignado como cuestionable para participar es dado a conocer como positivo al virus. Campanazo a la incertidumbre.

Sin tiempo que perder, el nombre se filtra. El francés Rudy Gobert -a pesar de no estar presente- es declarado de manera pública como la persona contagiada y ya se le había pedido al público presente en la Chesapeake Energy Arena que abondonara el recinto por la suspensión del encuentro. El golpe de vulnerabilidad era incomparable, pero, para evitar un mayor percance, se decidió retener a los equipos en el estadio y pocos momentos después se anunció de manera oficial la suspensión de la liga a falta de otro enfrentamiento por llevarse a cabo entre los Sacramento Kings y los New Orleans Pelicans esa jornada.

[instagram instagram_id=»B9pXSG8l_J6/?utm_source=ig_embed&utm_campaign=loadin» instagram_title=»I want to thank everyone for the outpouring of concern and support over the last 24 hours. I have gone through so many emotions since learning of my diagnosis…mostly fear, anxiety, and embarrassment. The first and most important thing is I would like to publicly apologize to the people that I may have endangered. At the time, I had no idea I was even infected. I was careless and make no excuse. I hope my story serves as a warning and causes everyone to take this seriously. I will do whatever I can to support using my experience as way to educate others and prevent the spread of this virus . I am under great care and will fully recover. Thank you again for all your support. I encourage everyone to take all of the steps to stay safe and healthy. Love.»]

Se pueden bañar, pero no pueden irse. Así volvía Danilo Gallinari, ala-pívot del Thunder, al vestidor tras ser uno de los primeros basquetbolistas en haber pisado la duela ese día: “No entendíamos muy bien lo que estaba pasando. Todo estábamos sorprendidos”.

Gobert fue sumamente criticado por su burla a la enfermedad días antes al haber tocado los micrófonos de todos los reporteros en Utah y la tensión creció al día siguiente con la noticia de que su compañero Donovan Mitchell también había dado positivo.

“Esto es una locura. No puede ser cierto. Esto parece más una película que la realidad”, reaccionó el presidente de los Dallas Mavericks, Mark Cuban, tras enterarse de la situación durante los últimos minutos de su combinado en pista ante los Nuggets.

En ese entonces, Charles Barkley ya lo denominaba como algo terrorífico y con la indiscutible alerta de cuidar a cada uno de los integrantes de este mundo. A su vez, Adam Silver -a pesar de que ya se estaba en pláticas para saber como proceder ante una posible suspensión- anunció que por lo menos serían 30 días de detención total, pero lo que nunca se imagino es que esto se convertiría en algo extremadamente mayor en cuestión del entorno salud, económico, político y social.

[video_youtube url_video=»u55iWTViAxk» description=»Adam Silver habla en la mesa de discusión de TNT sobre lo que inclinó a la decisión de suspender la liga.»]

¿Cómo fue la vida NBA con el paso de los días?

Para uno como aficionado te rompe el corazón perder el espectáculo, pero, cuando volteas y ves el desequilibrio interno, el dolor es aún más desconcertante.

Los 30 conjuntos tenían horas para preparar esta nueva campaña, una proyección enredada en una pérdida inmensa de dinero. Y a lo que puede reaccionar uno de primera instancia es: “¿Qué tienen que perder estas instituciones multimillonarias?”. Es más que corto el asentarse en esta cuestión, mas los equipos no son sus 12 jugadores y entrenadores -aunque parezca revivir en mí al personaje de Jerry Krause-. Sus palabras son tan elocuentes para esta crisis, que los más afectados de manera interna fueron los trabajadores que a diario perciben un sueldo con la actividad de cada juego. Por ello, como primera acción, estrellas como Antetokounmpo, Zion Williamson, Blake Griffin y Kevin Love donaron distintas cantidades de su remuneración para cubrir las perdidas del staff.

Así como The Greek Freak y Griffin donaron 100 mil dólares cada uno, Williamson cubrió los sueldos de los Pelicans por 30 días. Por su parte, uno de los presidentes pioneros en salir en defensa también fue Cuban, quien mencionó a The New York Times la cobertura total de los salarios de esa parte de la familia maverick, tal y como si estuvieran realizando el curso de manera regular. Así, los 76ers, Kings, Cavaliers, Hawks, Warriors y Wizards fueron otros en añadirse a la iniciativa para cuidar de sus empleados, por lo menos, durante el mes de marzo. Incluso, algunos fueron más allá con apoyo externo a hospitales y pacientes afectados; el base del Orlando Magic, D.J. Augustin, donó cientos de comidas completas para enfermeras, enfermeros y doctores.

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Así se fue el basquetbol. En América Latina la Liga Nacional de Basquete cancelaba su campaña como otras que no podían ver claro su inicio. En Europa y Oceanía todo fue clausurado. ¿Qué quedaba para los jugadores y la inactividad?

Todos tuvieron que comenzar de cero su vida hasta cierto punto. Como añadió Gallinari en entrevista con Marc Stein: “El basquetbol ya no es su vida por ahora, así que, cuando despiertan por la mañana, están buscando que hacer a lo largo del día y no es nada fácil porque se tienen que quedar en casa”.

Mientras los nombre de James Dolan, Christian Wood, Kevin Durant, Marcus Smart y otros se fueron uniendo a la lista de episodios positivos, Vince Carter se hizo a un costado en un retiro totalmente fuera de lo común, CJ McCollum trabajaba desde casa en su futuro con planes de bienes raíces y de negocios, Trae Young volvía a comprender lo que era pasar días completos con la familia y, del otro lado del mundo, desde Madrid, el ex NBA Anthony Randolph se mantenía en forma jugando Dance 2020 con su hija. Además, otros estadounidenses como Shane Larkin, Dearica Hamby, Kaela Davis, Antonio Blakeney, Isabelle Harrison y Gabby Williams, tuvieron distintas complicaciones al no poder salir en su momento de Europa, con ligas aún activas por unos días más que la NBA y sin saber qué decisión tomar: esperar o romper contrato y volver a casa en espera de un futuro mejor.

 

 

Por su parte, algunos equipos no dejaron de ver al frente. Chicago tomó la oportunidad de mover sus oficinas para darle la bienvenida a Arturas Karnisovas como Vicepresidente Ejecutivo de Operaciones de Basquetbol y a Marc Eversley, primer afroamericano en ser nombrado Gerente General en la historia de los Bulls. En su costado, Steve Ballmer al fin llevará a sus amados Clippers fuera del Staples Center porque, si la era Kawhi-George cumple las expectativas, habrá que celebrar mucho en el recién comprado Forum de Inglewood, California. Y, finalmente, los entrenadores, incluidos Billy Donovan y cientos de parte de las Academias NBA, continuán con sus labores de maestros al explotar las plataformas digitales para proveer a aprendices y varios basquetbolistas con clínicas de la disciplina.

Pero hay que ver, como fue el miedo de los jugadores en Europa, el terror que conllevó la NBA tras perder 259 shows.

Los golpes que pusieron a Adam Silver en el cuadrilátero

El ya suspender la temporada regular y los playoffs es una tragedia en distintas cuestiones. El mismo Comisionado Adam Silver hizo hincapié en diversas oportunidades que este momento era sin cuestión el más difícil al que se enfrentaba en su carrera desde que llegó a la NBA en 1992. Dueños encima, medios asfixiantes, políticos cazadores, jugadores preocupados y millones de aficionados desesperanzados por no poder disfrutar del espectáculo -como alguna vez lo hicieron- solo eran algunos de los problemas.

Ejecutivos querían pelear por la opción de volver a mediados de mayo, idea que terminó por ser imposiblemente factible. Después se habló de junio, pero la evolución de la pandemia terminó por descartar un planteamiento en este periodo. Esto hace nombre a la pérdida de billones de dólares en patrocinios y el aporte de cada juego en sus distintos rubros. Por ello, Silver tuvo que ir directo a la yugular.

Después de que la meta de 30 días de detención quedara corta, se comenzó la planeación a un paro de por lo menos tres meses, por lo que el Comisionado tuvo que reducir el sueldo de los altos ejecutivos de la liga en un 20% y creció la línea de crédito a 1.2 billones de dólares. Y, mientras parecía tranquilizar el océano, a un costado de las oficinas de Nueva York culpaban a la NBA de abusar del uso de pruebas para diagnosticar a jugadores y otros miembros de los equipos.

“Un equipo entero de la NBA no debería hacerse pruebas de COVID-19 cuando hay pacientes en estado crítico esperando por una. Las pruebas no deben ser para los ricos, sino para los enfermos”, escribió en su cuenta de Twitter el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

[video_youtube url_video=»QnV45fNAyIw» description=»Rachel Nichols trata con Adam Silver el tema de pruebas para COVID en la NBA.»]

A lo que Silver tuvo que responder: “Entiendo su punto y la gravedad del problema, pero nosotros, hablando desde la NBA, nos hemos dedicado a seguir las recomendaciones de las autoridades de salud. (Hasta ese momento) hemos realizado pruebas a 8 equipos y miembros de otras organizaciones que han presentado los síntomas. Creo que al demostrar en los primeros días las pruebas hechas a jugadores de NBA, se atrajo atención de la gente joven en Estados Unidos para tomar en serio los distintos protocolos”.

De remate, en relación con los jugadores y la National Basketball Players Association (NBPA), la discusión mayor por supuesto que fueron los sueldos, por lo que, después de varias reuniones y en lineamiento con los acuerdos preestablecidos, se decidió una reducción total del 25% de los sueldos. Y si eso no fuera cegador, varios de estos se quedaron sin contacto de baloncesto alguno al no tener una duela o canasta en casa y no saber por meses qué iba a suceder.

Ligado a ello se piensa en lo afectados que pueden estar diferentes atletas, pero se ha olvidado que la NBA también tiene responsabilidades con la G-League -en la cual Capitanes de la Ciudad de México no jugará hasta 2021- y la WNBA, nuevo hogar de la fenómeno Sabrina Ionescu. La G-League canceló el resto de la temporada y por la WNBA se ha tratado el tema de un alto riesgo para las jugadoras debido a la baja de publicidad, alianzas y la duda del arranque del nuevo ciclo. A pesar de eso, Skylar Diggins-Smith, miembra de las Phoenix Mercury, se dice tranquila después del acuerdo que se logró a inicios del año.

“Nuestro juego sigue creciendo, lo que hacen las mujeres y nuestra evolución como atletas. Estamos en buenas manos y no creo que la gente tenga que esperar mucho para vernos jugar. No estoy preocupada para nada del momento por el gran nivel que estamos demostrando y lo primero que debemos tener es talento, algo con lo que cuenta esta liga”, comentó la guardia a Swish Appeal.

 

 

Como última cuestión, ¿cómo han perdido y ganado sus seguidores? La derrota claro está en la suspensión a un mes de iniciar la postemporada e igual desconocer qué estaba por venir, pero los premios no se permitieron esperar más.

La magia de Disney que convertirá la fantasía en realidad

Así como Los Angeles Clippers festejan su nuevo pabellón, uno de los primeros regalos al público fue un quiebre generacional en el WNBA Draft liderado por las Oregon Ducks Sabrina Ionescu y Satou Sabally, quienes ocuparon las primeras dos posiciones con destino a Nueva York (Liberty) y Dallas (Wings), respectivamente. Otros, de menor impacto, fueron los torneos de 2K y el H-O-R-S-E que ganó el veterano Mike Conley. Ahora, nos toca bailar hasta que los pies no permitan pararnos.

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Bien expresó LeBron James que este año él no se quedaría sin jugar y no estaría de acuerdo en volver para solo disputar playoffs con los Lakers. Su deseo, como el de muchos de nosotros, se ha vuelto realidad.

En abril se hablaba de la ciudad de Las Vegas, Nevada, para ser la sede que fuera la burbuja protectora de la NBA, pero Orlando, junto a la magia de Disney, convenció a la Asociación de llevar su industria al complejo ESPN Wide World of Sports a finales de julio. La decisión no fue tomada con delicadeza, ya que también se tomó en consideración la inclusión de la MLS en la ocupación de más de 2 mil habitaciones y distintas áreas que serán encargadas de albergar a este par de ligas.

La propuesta de Orlando se comenzó a analizar en la segunda semana de mayo y, para el tercer día de junio, se anunció la posibilidad de una nueva y breve NBA que concluyera el 2019-2020. Como se explicó en MediaLab, 22 equipos son los considerados, con 9 participantes de la Conferencia Este por 13 del Oeste. Solo restaba el voto de 23 presidentes para seguir adelante.

 

 

La Junta de Gobernadores, en conferencia no presencial, otorgó este jueves 4 de junio 29 de los 30 votos posibles y así se estableció la fecha del 31 de julio como el retorno oficial de la NBA. Quedan por especificar muchos lineamientos de protección sanitaria y de logística, pero el paso inicial se tomó y por lo menos se tienen plazos establecidos para este inédito calendario:

  • Llegada de jugadores internacionales: 15 de junio
  • Presencia de todos los jugadores: 21 de junio
  • Pruebas de coronavirus: 22 de junio
  • Training camps: 30 de junio
  • Llegada a Orlando: 7 de julio
  • Cierre de temporada 2019-2020: 31 de julio
  • Lotería del Draft: 25 de agosto
  • Juego 7 de Finales (en caso de ser necesario): 12 de octubre
  • NBA Draft: 15 de octubre
  • Agencia libre: 18 de octubre
  • Training camps ’20-’21: 10 de noviembre
  • Inicio de temporada 2020-2021: 1 de diciembre

«La aprobación de la Junta en cuanto al reinicio es un paso necesario para retomar la temporada NBA. Si bien la pandemia del COVID-19 presenta retos enormes, estamos esperanzados en finalizar la temporada de manera segura y responsable, basados en estrictos protocolos que estamos alcanzando con las autoridades de salud pública y expertos médicos», indicó el Comsionado Silver en comunicado oficial.

[video_youtube url_video=»ruFqOwUcEjc» description=»Stephen A. Smith analiza el regreso de los equipos a la competición y la pelea por el título.»]

No volveremos a dar por garantizados los espectáculos y emociones que nos hacen sentir los deportes. Hoy somos más conscientes que nunca de lo que vive este mundo injusto y tenemos que ser agradecidos por los pequeños obsequios de la vida. En definitiva, la experiencia de la NBA no volverá a ser la misma en cuanto a la convivencia que se tenía en las distintas plazas, pero todo se acomodará en el jarrito para que la disfrutemos como antes nunca se había hecho.

En la senda sufrimos y dolió más que nunca por la ausencia, por los sustos de Patrick Ewing y Flor Meléndez, por la glorificación temprana de Wes Unseld y Jerry Sloan, y por no poder ver tocar a Kobe, Duncan y Garnett el oro del Salón de la Fama este año. Pero ello habrá que componerlo y honrarlo con nuestra devoción al juego, a lo que significa como modo de vida. Se le ha dado una oportunidad más al deporte y más le vale sacar lo mejor de ella.

Papeleos más, detalles menos. Lo único que queda decir es que… ¡la NBA está de vuelta! Y así, a mí me corresponde decir adiós tras casi más de mil días de haber escrito mis primeras letras e iniciar una aventura que terminó por llevarme hasta las manos del básquetbol. El inicio fue un sueño. Lo que está por venir, no me lo puedo ni imaginar.

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Gracias, Cecilia Sada. Gracias, Mario Flores. Gracias, Elizabeth Téliz. Gracias, Héctor Tapia. Gracias, Gabriel Ramírez. Gracias, Sebastián Escárcega. Y gracias, Ingrid Zamora por empujar, mejorar y querer siempre lo mejor para esta redacción. Su esfuerzo y carisma se reflejará siempre en su trabajo y vida.