Hace 76 años, México y Estados Unidos firmaron un tratado que actualmente está provocando que haya peleas por el tema del agua en el lado mexicano de la frontera. El acuerdo dictamina la manera en la que los dos países tiene que repartirse el agua de los ríos Bravo y Colorado, estos ríos forman parte del territorio de los dos países.

México tiene un mes para darle a Estados Unidos la parte del agua que le toca. Para eso, México tiene que utilizar el agua que está almacenada en la presa de la Boquilla, localizada en Chihuahua.

El gobierno mexicano, asegura que toda la población tiene asegurada el agua, que a nadie le va a faltar. Sin embargo, los agricultores no están de acuerdo con la extracción del agua porque dicen que no van a tener el agua suficiente para poder cultivar.

El descontento de la población aumentó, después de que una mujer agricultura murió el 8 de septiembre después de haber participado en las protestas. Según los agricultores que se encontraban en la zona, murió por la bala de un guardia nacional.

El Presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo que los responsables de la muerte fueron los grupos políticos que se encontraban en la protesta; también se mostró preocupado por la posibilidad de que los conflictos no permitan que el tratado se cumpla.

Javier Corral, gobernador de Chihuahua dijo que la Comisión Nacional de Agua de estar escondiendo a las personas que se aprovechan de manera irregular en lo que ahora se llama “huachicoleo de agua”.

Varios diputados de Chihuahua creen que el tratado es la razón de los enfrentamientos. También anunciaron que van a ir a tribunales internacionales para intentar lograr que el tratado sea revisado; y poder lograr que todos los productores del estado tengan agua.

El problema del agua, ¿de qué habla el tratado?

El Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales esta basado en otro tratado que se alcanzó 96 años antes llamado “Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo” o “Tratado de Guadalupe Hidalgo”. Este tratado fue firmado como consecuencia de la pelea por Texas y donde se estableció que México le tendría que ceder a Estados Unidos más de la mitad de su territorio; además de delimitar la frontera de los dos países en el Rio Bravo.

Según el tratado, México se iba a quedar con dos tercios de la corriente del Río Bravo y Estados Unidos se iba a quedar con la otra parte.

Por su parte, Estados Unidos tendría que cederle todos los años a México mil 850 milímetros cúbicos del río Colorado, ya que la mayor parte del territorio de este río se encuentra en territorio americano.

agua

“Es un tratado que no fue nada fácil de negociar y en el que se tuvieron que hacer muchísimas proyecciones de ingeniería porque define los límites entre los dos países y esta distribución de las aguas”, dijo Roberto Velasco, director general para América del Norte del gobierno mexicano en una entrevista para BBC Mundo.

También dictamina que la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA), va a ser el encargado de resolver cualquier disputa que puede haber en cuestiones relacionadas con los límites territoriales.

El tratado estipula que Estados Unidos tiene que cumplir con su parte del trato anualmente; pero México puede cumplirlo cada cinco años.

Pero el periodo de tiempo que tiene México acaba el 24 de octubre, y según el gobierno mexicano; todavía faltan 378 milímetros cúbicos para poder cumplir con los 1850 milímetros cúbicos que se le deben dar a Estados Unidos.

¿Cómo se está desarrollando la situación actualmente?

Actualmente los enfrentamientos se encuentran en la presa La Boquilla del río Conchos, que es el afluente (apoyo o río secundario que lleva su agua a un río mayor o principal) del río Bravo más grande de los seis ríos que aportan agua para que el tratado se pueda cumplir.

agua

Según los agricultores, sacar agua de este punto, podría arriesgar su capacidad de riego y poner en un peligro muy grave el futuro de más de 20 mil familias que se dedican al campo en esa región.

“En agosto tuvimos el mes más seco de los últimos 90 años, no hay agua. No podemos ser el único estado semidesértico que exporta agua con una precipitación media anual de 250 milímetros cúbicos” dijo Salvador Alcantar, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego de Chihuahua en una entrevista para BBC Mundo.

CONAGUA aseguró que el agua para el ciclo agrícola 2019-2020 ya está garantizado y que solo falta entregarles a los campesinos 100 milímetros cúbicos de la presa, pero dice que no puede realizar ese proceso por la toma de las instalaciones de la presa.

Los campesinos creen que la situación actual está poniendo en evidencia que va a ser muy difícil poder garantizar el agua necesaria para el ciclo agrícola del próximo año y creen que Chihuahua “ha hecho más de lo que le corresponde” para que México pueda cumplir con su tratado internacional.

“Prescindimos de uno de los dos cultivos que antes teníamos por ciclo y también se vendieron derechos de más de 7 mil hectáreas. Lo hicimos para que las presas funcionen como una alcancía, para cuidar la poquita agua que hay ahora o no sembraremos un solo metro el año que entra”, dijo Salvador Alcantar.

Roberto Velasco, reconoció que 2020 ha sido un año muy seco, pero que el Gobierno confía en que sigan las lluvias y asegura que 780 milímetros cúbicos almacenados es la cantidad necesaria para poder garantizar el ciclo de riego del próximo año.

¿Qué otras alternativas hay para poder cumplir el tratado?

Los agricultores no entiendan la razón por la que se tiene que “pagar por adelantado”; proponen esperar a finales de octubre a posibles escurrimientos de agua y en ese momento evaluar la cantidad de agua que le debemos a Estados Unidos.

También proponen que, en caso de faltar agua por parte de México, el agua se puede extraer de algunas de las presas internacionales que son gestionadas por los dos países.

“¿Por qué nomás el Conchos? Hay otros tributarios que deben aportar agua para cumplir con las asignaciones del tratado, y nomás voltean a ver a Chihuahua”, criticó Salvador Alcantar.

agua

Después de que México no entregara la cantidad de agua completa (que tuvo que pagar después) el quinquenio pasado; la CILA cambió las reglas y ya no se permitirá terminar un periodo debiendo agua.

Velasco dijo que tomar agua de las presas internacionales no es opción; ya que el agua es utilizada para consumo humano en el norte de México y no es suficiente para destinarla a otros fines

Según las cifras del gobierno, el río Conchos tendría que aportar el 54 por ciento del agua contemplada para poder cumplir con el tratado,; pero actualmente solo ha podido contribuir con el 44 por ciento.

“En Chihuahua se está cargando lo que se tiene que cargar. En este momento toda la atención está sobre ellos porque el resto de los tributarios ya hicieron su parte”, dijo Roberto Velasco.

¿Cuál podría ser la reacción de Estados Unidos?

El gobernador de Chihuahua y los alcaldes de la zona han mostrado su apoyo a los agricultores. Mientras que el presidente López Obrador ha mostrado una preocupación por las posibles consecuencias que para el país si no se cumple con el acuerdo.

“Es muy delicado que en estos 45 días de campaña (electoral en Estados Unidos) se vaya a utilizar que no estamos cumpliendo el tratado y se tomen medidas unilaterales que afectan a México” dijo el Presidente hace unos días.

El presidente insistió en que los agricultores le den su confianza. “No se van a quedar sin agua. Si no, (…) le hablaría al presidente Trump para decirle: ¿Sabe qué?, dennos una prórroga, ayúdenos en esto porque no vamos a poder cumplir con el compromiso”.

Agua

Aunque México no ha recibido ninguna advertencia por parte de Estados Unidos, en caso de que México no logre entregar la cantidad completa de agua. Velasco cree que la campaña electoral va a causar que Estados Unidos tenga un ambiente más crispado y por eso se deben de tomar precauciones.

Velasco dijo que se pretende evitar que Washington pueda imponer sanciones; como respuesta al incumplimiento del tratado, “que empiecen a apretar los flujos comerciales o a establecer aranceles a mercancías provenientes de Chihuahua.”

“Si nos han expresado su preocupación de que el Gobierno de Chihuahua, que además es vecino de Texas y su principal socio, no esté cooperando para buscar una solución en algo que es de interés de los dos países”, dijo el funcionario de la Cancillería mexicana.

Alencar dice que el Gobierno Federal no está utilizando esta reacción para que se permita la extracción de agua de la Boquilla.

“Que nos traten de asustar diciendo que, si no se cumple, se suspenderán las relaciones comerciales entre ambos países. Para que haya que pagar, debe haber una exigencia de Estados Unidos…, y yo no he visto ninguna nota diplomática donde les estén pidiendo agua”, dijo Alencar

¿Debería modificarse el tratado?

Modificar o actualizar las condiciones de un tratado firmado hace más de 70 años, podría ser una solución para intentar solucionar este conflicto.

Sin embargo, Alencar piensa que hay suficientes alternativas para evitar llegar a este extremo. El gobierno mexicano también cree que no es una opción viable esta modificación; ya que se podría perder la posibilidad de entregar la cantidad de agua acordada cada cinco años son ventajas que el país no debe perder.

El vocero de los agricultores dice que su peor temor es que no haya agua suficiente para el ciclo de riego del 2021. 

“En 1995 no se abrieron las presas para sembrar y hubo una migración masiva desde nuestros municipios. Los hombres en edad productiva se marcharon para dar sustento a la familia, fue una desintegración familiar fuerte que aún estamos sufriendo”.

“Y ese es el problema social que podemos volver a ver si no sembramos el año próximo”.

Tal vez te pueda interesar: Luz al final del túnel, México y Argentina producirán vacuna contra el COVID-19