La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a lo largo de los años se ha caracterizado por sus grandes aportaciones de investigación en diferentes ámbitos, y por haber formado a personalidades como Octavio Paz, Carlos Slim, Elena Poniatowska entre otros. Además es reconocida como una de las mejores instituciones de educación superior en América Latina.
Pese a estos logros en los últimos años la máxima casa de estudios también ha sido señalada por otra razón: el alto índice de violencia que aqueja a la institución.
Entre los delitos reportados en UNAM se encuentran, narcomenudeo, violencia de género, robo, y homicidios. De 2007 a mediados del año pasado, se han denunciado 5 mil 580 delitos, de acuerdo con cifras de la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la universidad.
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Amplia cobertura mediática recibió el caso de Lesvy Osorio, quien fue encontrada muerta en mayo del año pasado en los jardines del Instituto de Ingeniería de la UNAM. La Procuraduría General de Justicia (PGJ) sostuvo inicialmente que la joven se había suicidado, sin embargo un año después, cambió su versión diciendo que la chica había sido asesinada por su novio. El caso sigue sin esclarecerse por completo y los familiares piden justicia.
También atrajo la atención pública el caso de Victor Manuel Orihuela alumno de odontología, cuyo cuerpo fue encontrado en la Facultad de Filosofía y Letras. Según declaraciones oficiales, fue víctima de una golpiza a manos de varios sujetos. Las autoridades presumen que pudo haber sido asesinado por miembros del crimen organizado que opera en Ciudad Universitaria.
Además el cuerpo estudiantil ha denunciado la constante venta de drogas dentro de la institución, y el fortalecimiento de los cárteles que la rigen. A plena luz del día y sin importar la presencia de la vigilancia UNAM, estos grupos ofrecen sus productos en lugares establecidos.
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Ante esta situación, alumnos miembros del Centro de Estudiantes de Derecho de la máxima casa de estudios, han convocado reuniones con el director de la facultad, Raúl Contreras Bustamante, pedir que se tomen medidas.
“No hay respuesta, sólo nos dicen que sí se está dando seguimiento, pero nosotros no vemos resultados. Prefieren no tocar el tema y fingir que no pasa nada”, denunció una estudiante que pidió omitir su nombre.
Por otro lado, el profesor de la Facultad de Filosofía y Letras Dante Bello, también expresó su desacuerdo con el ambiente de seguridad que percibe en la UNAM.
“No podemos permitir ningún tipo de agresión ni dentro ni fuera de la institución, no importa que sea profesor, alumno, técnico, o cualquier otro, ninguno merece esto. No queremos violencia en la universidad, recordemos que estos actos violentos son un reflejo de lo que está sucediendo en el país” sentenció.
COMBATIENDO LA VIOLENCIA
Hasta el momento, la Universidad Nacional Autónoma de México ha lanzado diversas medidas para tratar de ponerle un alto definitivo a la actividad delictiva que aqueja a la institución.
Una de ellas es la campaña #DefendamosALaUNAM, en la cual promueve un espacio libre de drogas en las instalaciones.
«Estamos conscientes de la fragilidad de la seguridad en nuestra universidad. Nuestra fortaleza está en el saber, en la libertad, en la autoridad moral, en la autonomía y en el respeto a la normatividad. Así que les solicito que se alejen de aquellos que distribuyen sustancias nocivas; ellos viven mundos ajenos a los nuestros, no son sus amigos” dijo Enrique Graue rector de la UNAM, según fue citado para el periódico Excélsior.
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Además emitieron el protocolo para la atención de casos de violencia de género, en él se establece la creación de un mecanismo para evaluar el procedimiento de atención a estos actos de violencia, y la publicación anual de estadísticas.
Sin embargo, estas acciones no han sido suficientes para poder ponerle un alto definitivo a la violencia en la institución. De hecho el ambiente de inseguridad, y las demandas a las autoridades universitarias de tomar medidas fue una de las determinantes de las manifestaciones registradas a inicios de septiembre, como explico el profesor Dante Bello.
