¿Manos sudorosas?, ¿voz temblorosa?, ¿planeaste un speech de 500 palabras y no pudiste recordar ni la mitad? Sí, los nervios son normales y más cuando tenemos exposiciones frente a un salón (o una sala de Google Meet) repleto de personas.

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No te preocupes más por eso, a continuación te mostramos una guía de 10 consejos para vencer el miedo y ser el mejor expositor.

1- La improvisación no es algo malo cuando sabes lo que estás haciendo

Algunas veces pensamos que es mejor aprendernos al pie de la letra lo que sea que vayamos a decir en las exposiciones. Lo anterior, generalmente lo hacemos porque no confiamos en nuestra capacidad de improvisar y queremos tener todo perfectamente planeado para no fallar.

¿La realidad? Es mucho mejor que el tiempo que usas en aprenderte las cosas al pie de la letra, mejor lo uses en practicar cómo decirlo con tus propias palabras. Lo anterior te ayudará a sentirte menos nervioso porque dominarás mejor el tema y a la vez, hará que tus palabras suenen mucho más naturales. Recuerda que a nadie le parece atractivo escuchar a una persona hablando como robot. 

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2- Confianza

Otro motivo por el que generalmente nos dejamos vencer por los nervios es porque creemos que la audiencia está juzgando cada palabra que decimos. Recuerda que estás exponiendo un trabajo que ya investigaste y estudiaste (¿verdad?), por lo que sabes mucho y tienes la capacidad de transmitirlo.

La mayoría de las miradas que recibes son solamente personas que te están poniendo atención, más no están esperando a que cometas un error. Trata de alejar ese pensamiento de tu mente y concéntrate en lo que ya sabes.

3- Contexto

Es muy importante que estés consciente del contexto en el que te estás desenvolviendo. No es lo mismo estar frente a tus compañeros de clase que frente a los sinodales de tu tesis.

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Recuerda que es importante recordar lo anterior para no aburrir a tu audiencia o, por el otro lado, para no restarle profesionalismo a tu presentación. Es decir, si vas a presentar frente a la clase, quizá sea mejor apoyarte de recursos interactivos y utilizar un lenguaje relajado. Por otra parte, si vas a presentar frente a personas de las que depende tu título profesional o el lanzamiento de un producto que tú has creado, quizá te convenga apoyarte de otras herramientas, como el uso de un lenguaje más técnico.

4- Conoce tu tema

Recuerda que como expositor le estás dando a la gente que te escucha un montón de afirmaciones sobre algo que has estudiado lo suficiente. Hay personas que quizá te van a creer a la primera, otras, no. Esas últimas, probablemente tengan una serie de preguntas que hacerte al final. Debes saber responder.

Para no fallar con lo anterior, trata de ensayar tus exposiciones frente a tu familia y amigos, pídeles que te hagan preguntas. Incluso, tú también puedes revisar con profundidad el tema y reflexionar qué dudas te surgirían si no fueras el expositor. 

Sé preventivo con eso y trata de siempre estar un paso adelante de tu audiencia para que no te agarren desprevenido. 

5- Enfócate en tu tema, no divagues

Algunas veces, sobre todo cuando realmente conocemos del tema o nos apasiona, queremos decir un montón de cosas en los 30-40 minutos que dura la exposición. Sí, puede que sepas mucho, lo cual es bueno (sobre todo para la parte de las preguntas). Sin embargo, debes concentrarte en un solo punto para no perder la atención de tu audiencia.

Estudia bien tu tema y delimítalo, recuerda que tienes poco tiempo para dejar en claro una idea principal, no la pierdas de vista. Entre mejor sepas hacer esto, mejor podrás comunicarte con las personas que te escuchan.

6- El método PechaKucha

Otra cosa que debes tomar en cuenta es que las diapositivas las haces principalmente para ti, no para tu audiencia. Tus diapositivas son tu guía para poder ir exponiendo tus ideas, no obstante, no es conveniente detenerte demasiado tiempo en cada una.

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El método PechaKucha es una gran herramienta para transmitir conocimientos de manera eficaz. Consiste en crear presentaciones atractivas en menos de 7 minutos y surge justamente como una solución para lo que se plantea en el punto anterior… las personas hablan mucho.

De este modo, con 20 diapositivas (cada una con una duración de 20 segundos) puedes asegurar exposiciones sencillas y atractivas. 

Ojo aquí: El método PechaKucha es para contextos más informales, el hecho de que sea una forma eficiente de exponer, no significa que se adapte a todas las circunstancias.

7- Experiencias personales

No todo lo que dices tienen que ser citas de expertos, filósofos o científicos. Tus propias experiencias también pueden ayudarte a ganar credibilidad y a conectar con la audiencia.

No siempre se prestan los temas, pero cuando sea el caso, no dudes en compartir algo personal (una anécdota, una fotografía, lo que sea). Lo anterior, como ya he mencionado, te ayudará a conectar con las personas que te están escuchando y a llevar tu tema a la vida cotidiana, lo que hará que tus exposiciones no sean aburridas ni tediosas. Asimismo, la experiencia es una de las herramientas más eficaces para sostener los argumentos. Así que… adelante.

8- Crea historias

Este punto va ligado al anterior y es básicamente que tengas la capacidad de darle una narrativa a lo que estás exponiendo. No seas el típico expositor que marea a su audiencia con puros datos duros, opiniones de expertos y gráficos que a menudo ni entendemos. Usa tu creatividad para crear una historia alrededor de tu tema, de este modo será más fácil comunicar tus ideas y mantener a las personas atentas.

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9- Planea tu mejor outfit

Podría sonar ridículo, pero no lo es. Vestirte bien te ayudará a dos cosas importantes: 

1) Vestirte formal, te da más profesionalismo, puesto que denota que te importa verte bien para dirigirte a tu audiencia. 

2) Si estás consciente de que luces bien, tu seguridad y tu confianza serán mayores durante las exposiciones. 

No tengas miedo en planchar ese vestido o en ponerte una corbata. Pero siempre ten en mente lo ya mencionado… el contexto.

10- Siempre prepárate para los imprevistos

Imagínate que llegas al lugar donde vas a exponer y te das cuenta que tu laptop no es compatible con el proyector que hay en el lugar.

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Esto no significa que tengas que llevar un montón de computadoras en tu mochila, pero quizá sí significa que lleves una tablet, un convertidor o cualquier tipo de herramienta que te pueda salvar la vida en caso de necesitarlo. 

Del mismo modo, procura siempre tener una memoria USB a la mano en caso de que tengas que utilizar un equipo que no sea el tuyo. Al final, uno nunca sabe con la tecnología y sus inoportunas fallas.

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