Los años de la universidad son de los mejores momentos en la vida estudiantil de una persona, pero también son de los más retadores. Sí, es normal que te sientas abrumado o perdido en los primeros meses, pero esto suele ser pasajero. Sin embargo, debes poner atención  a tu salud mental cuando experimentes sentimientos de frustración y tristeza, y no sepas cómo manejarlo. Estas suelen ser señales de alerta e indican que tal vez te vendría bien la ayuda de un profesional. 

Así es la salud mental en México

Como seguramente lo vives, los universitarios están expuestos a altos niveles de estrés. Por esta razón es muy común que puedan padecer un trastorno que afecte su salud mental y atribuirlo a otras cosas. De acuerdo al INEGI, el 32.9 por ciento de los integrantes de las familias con más de 12 años de edad indican tener sentimientos de depresión. A pesar de que esta cifra es alta, el presupuesto destinado para la atención a la salud mental representa solamente el 2% del gasto en salud en nuestro país. 

Con estas cifras, podemos imaginar la poca importancia que se le da a este tipo de trastornos a pesar de lo recurrentes que son. Se estima que el 28% de los trastornos tratados son de tipo afectivo y más de la mitad de la población que acude se da cuenta que su trastorno apareció a los 14 años o incluso a una edad más joven.

¿Qué es exactamente la salud mental?

Cuando hablamos de salud mental, seguramente lo primero que viene a tu cabeza son trastornos como la ansiedad y la depresión. Sin embargo, el psicoterapeuta Víctor Manuel Pineda Jiménez lo aclara de la  siguiente manera.

“La Salud Mental es un estado de equilibrio de las emociones, los pensamientos y las conductas; que nos permitan socializar de las maneras más adaptativas y que, a su vez, podamos desarrollar posibilidades de crecimiento personal. Además de tener la posibilidad de desarrollar estrategias para confrontar el estrés y las agresiones que pueden ocurrir en el día a día y ser resilientes con todo tipo de vicisitudes”. 

Los trastornos mentales más comunes en nuestro país son la ansiedad y la depresión. De acuerdo al INEGI, se indica que «34.8 millones de personas se han sentido deprimidas; de las cuales 14.4 millones eran hombres y 20.3 millones eran mujeres. También, destaca el hecho que del total de personas que se han sentido deprimidas, únicamente 1.6 millones toman antidepresivos, mientras que 33.19millones no lo hace».

Por otro lado, los trastornos de ansiedad han ido a la laza en los últimos años. De hecho, se calcula que en los últimos años, estos han aumentado  un 75% entre los mexicanos, especialmente aquellos que están entre los 14 a los 23 años de edad.

La salud mental durante la universidad 

Durante la época de la universidad puedes sentirte incomprendido o solitario en algunas ocasiones, pero es muy importante tener claro que no es así. Un psicólogo, un psicoterapeuta, o un psicoanalista puede ser un gran aliado para lidiar con todas las emociones negativas que puedes experimentar y no debe de ser motivo de pena acercarte a uno.

El Psic. Pineda menciona que «es sumamente importante dar prioridad a la promoción de la salud mental en la adolescencia, debido múltiples variables de riesgo que pueden afectar el curso adecuado de desarrollo de cualquier adolescente. Es una etapa en la que, por variables socioeconómicas, se pueden encontrar vulnerables y expuestos a cambios radicales que afectarían o cambiarían el curso de sus vidas. Por lo tanto es necesario exponer como un punto prioritario el tema de la salud mental en los adolescentes».

En casos más severos, los universitarios tienen mayor tendencia a iniciarse en el consumo de drogas o aumentar su consumo de alcohol. De no ser controlados, estos últimos factores pueden influir en la cantidad de pensamientos suicidas que una persona puede tener. De hecho, la Organización Mundial de la Salud indica que el suicidio es la tercera causa de muerte para los jóvenes entre los 15 y los 19 años.

Además, el Psic. Pineda dice que «la etapa de la adolescencia es una etapa, todavía de desarrollo, por lo tanto, es necesario, no solamente, cuidar la salud mental y procurar la estabilidad, sino además, estimular procesos de desarrollo óptimo, generando destrezas y habilidades para promover la independencia y la autonomía en la vida adulta.»

Si todavía no te sientes preparado para acudir a terapia, puedes contarle tu situación a algún profesor en el que confíes o a tus padres. Muchas veces hablar sobre el problema ayuda a liberar la presión y con eso, a que las personas se sientan mejor. 

Algunos consejos para cuidar tu salud mental 

  • Organiza tu día: Si sabes cuáles son las tareas que requieren de atención inmediata, te ahorrarás muchísimo estrés y tiempo. Por esta razón, una agenda será tu mejor amiga durante toda tu carrera. Anota ahí los exámenes que vienen, las tareas que debes de hacer e incluso si tienes que enviar algún correo importante. 
  • Respeta tus horarios: Puede que sea tentador desvelarte toda la noche para acabar ese trabajo antes. Sin embargo, considera que te la pasarás con sueño al día siguiente. Por esto, te recomiendo acomodar tus horarios para que hagas tus tareas en una cierta cantidad de horas y también tengas tiempo para hacer otras cosas. Aunque no lo parezca, dormir y tener momentos de esparcimiento es de vital importancia para mantenerse saludable. 
  • Ejercítate: El ejercicio es una gran manera de liberar endorfinas y, por consecuencia, aliviar los niveles de estrés. No tienes que correr un maratón, con que hagas 45 minutos de ejercicio, cuatro veces a la semana, es más que suficiente. Puedes encontrar rutinas en Internet o simplemente salir a dar la vuelta en tu cuadra. 

Como conclusión, el Psic. Pineda recalca la importancia de ir a psicoterapia diciendo que «es importante para mantener la salud mental,  sobre todo con la familia debido a que es dentro de la familia que existe la red primaria de apoyo y muchas veces el adolescente se va apartando de está estructura de maneras no adecuadas.» No dudes en acudir con un psicólogo cuando tengas sentimientos negativos, ya que estos pueden acumularse y pasarte la factura después. ¡Pedir ayuda no es de débiles! Al contrario, eso significa que te preocupas por ti y tu salud mental.