La ansiedad es algo que tenemos muy presente en nuestra vida diaria, esta nos ayuda a estar alertas en situaciones de peligro y responder en situaciones desafiantes. Pero, todo exceso es malo y la ansiedad no está exenta de esa regla.

Acompáñame a repensar un poco sobre qué es la ansiedad y cómo esta puede volverse en un arma de doble filo.

Julia Pascal

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un sentimiento de miedo e inquietud, esta se presenta cuando estamos en situaciones que nos generan estrés, de acuerdo con Mayo Clinic. Esta reacción es normal ya que nos obliga actuar de una manera rápida y hacer frente a una amenaza inminente.

El problema es cuando tenemos ansiedad excesiva y estamos en un estado de alerta constante por cosas que no deberíamos de tener miedo o preocupación. Esto es conocido como trastorno de ansiedad generalizado (TAG).

Síntomas de TAG

Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada pueden presentarse como:

  1. Preocupación excesiva por situaciones de la vida diaria
  2. Sudoración excesiva
  3. Taquicardia
  4. Sobre pensamiento de situaciones
  5. Pensar los peores escenarios a situaciones futuras
  6. Incapacidad para relajarse y sensación de estas siempre en situaciones estresantes

La mejor forma de tratar el TAG es hacer ejercicios de respiración, meditar e ir a terapia. Siempre es importante acudir con un experto para que obtener una orientación y un tratamiento adecuado para ti.

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¿Como identificar un ataque de ansiedad?

Los ataques de ansiedad se manifiestan de la siguiente manera según el portal Centro Médico ABC

  1. Nerviosismo
  2. Cansancio mental
  3. Preocupación excesiva
  4. Malestar estomacal
  5. Cansancio sin causa aparente
  6. Dificultad para concentrarse

Estos síntomas pueden llegar a presentarse durante horas o hasta días y sus desencadenantes están relacionados con una cierta o ciertas situaciones específicas que nos parecen estresantes.

Es importante no confundir los ataques de ansiedad con los de pánico, estos últimos son más cortos, pero más intensos.

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¿Cuál es la diferencia?

Mayo Clinic explica que los ataques de pánico son: «un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente».

Los ataques de pánico se suelen presentar de la siguiente manera:

  1. Ritmo cardiaco muy acelerado
  2. Miedo a perder el control de uno mismo con sensación de una muerte inminente
  3. Sudor excesivo
  4. Dolor en el pecho y falta de aire repentina
  5. Miedo y pánico muy intenso
  6. Sensación de no ser quién eres (despersonalización)
  7. Escalofríos y temblores musculares constantes

En comparación con los ataques de ansiedad, el pánico se presenta en un período más corto, pero es mucho más intenso, el mismo muchas veces hace creer a las personas que están a punto de tener un ataque al corazón.

¿Qué hacer en caso de tener un ataque de pánico?

Los ataques de pánico al ser tan repentinos no hay forma de poder prevenirlos, pero, si puedes cambiar tu actitud al momento de estar afrontando uno. Aquí te damos algunos tips para sobrellevarlos de una mejor manera:

  1. Identifícalo: una de las claves para que los ataques de pánico no se vuelvan más grandes es identificar que estas a punto de tener uno o que estas en medio de uno. Esto nos ayuda a enfrentarlos de una manera más efectiva, saber que se va a pasar en unos minutos y nos ayuda a no caer en la trampa mental de que estamos sufriendo un ataque cardiaco.
  2. Ve a un lugar seguro: muchas veces los ataques crecen debido a que nuestro entorno nos sobre estimula haciendo que el pánico se apodere aun más de nosotros. Te recomendamos ir a un lugar el cual no haya gente y en el cual te sientas seguro y relajado para poder afrontarlo.
  3. Respira: la respiración es una de las respuestas físicas al estrés. Por lo que si concentras toda tu atención en tu respiración, puedes llegar a relajarte de una manera más rápida. Inhala y exhala de una manera consciente hasta que tu respiración vuelva a su normalidad y te sientas mucho mejor contigo mismo.
  4. Déjalo ser: ir en contra de este y tratar de pararlo de inmediatamente solo te va a generar más pánico. Recuerda que este mal momento pasará en unos minutos y céntrate en relajarte para volver a la normalidad.
  5. Busca ayuda: los ataques muchas veces pueden ser en ocasiones aisladas, pero si te ocurren con frecuencia lo más probable es que puedas padecer el trastorno de pánico. Si es el caso, lo mejor es ir con algún especialista que te ayude a tratar este trastorno de la manera más adecuada.
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¿Entonces la ansiedad es mala?

La ansiedad per se no es algo que debería preocuparnos y en sí no tiene nada de malo, ya que mencioné funciona como un mecanismo de defensa que tiene nuestro cerebro ante situaciones que involucren un peligro inminente. El problema es cuando sufrimos un exceso de la misma, cosa que nos conduce a los ataques de ansiedad o de pánico y que a la larga se pueden convertir en un gran enemigo.

Hoy en día por nuestro contexto social, tenemos muy normalizada la ansiedad, por lo que es muy fácil sentirse ansioso, abrumado y temeroso por situaciones que no lo ameritan. Por eso, es muy importante siempre cuidar de tu salud mental e igualmente ayudar a las personas que te rodean para que no lleguen a padecer alguno de estos ataques.

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Recuerda que la ayuda siempre está ahí para ti y nadie te va a juzgar por querer tratar los problemas que te afectan en tu vida. Te recomendamos ir al psicólogo, meditar y hacer técnicas de respiración para que tus niveles de ansiedad bajen y tu salud mental sea la que salga favorecida.

No hay nada más importante que tu bienestar tanto físico como mental, así que no dudes en cuidar de ti mismo, siempre busca lo mejor para que tu vida tenga un balance positivo y si puedes ayuda los demás a lograr un cambio interior que les sirva para afrontar la vida de una manera más tranquila.